PROYECCIÓN UNIVERSAL DE RAMON LLULL

ABC SEVILLA – 06.07.1954 – P 005

Por JOSE VIDAL ISERN

En esta luminosa tierra de Miramar, tan vinculada a la perenne memora de Ramón el archiduque de Austria, Luis Salvador de Habsburgo Lorena, ligado al renombre cornisa más afamada de la isla, hizo levantar el año 1876, sobre peñasco aislado, convo el sexto centenario, de la fundación de Miramar, la capilla que se ve a la izquierda de la “foto”, con la estatua de Ramón Llull. (Foto, Truyol)

RAMON Llull (Raimundo Lulio, en castellano), natural de la ciudad más musulmana de la cristiandad, al decir de Haveloch Ellis, en su vida como en sus actos, estuvo penetrado de influencias árabes y moras.

El padre de Llull fué uno de los caballe­ros catalanes a quién la alta empresa de Jaime I llevó a la conquista de Mallorca. “el reino dentro del mar”. Como hace ob­servar mosén Riber, en su exhhaustivo estudio “Raimundo Lulio”, la generosa y cuitada Aloma, mujer estéril, esposa de Evasto, que aparece en las primeras páginas del libro luliano “Blanquerna”, hace pensar en la suave y triste Isabel de Erill, esposa del caballero Ramón Llull, por la que retornó a Cataluña para recogerla, después de habérsele asignado su participación en el “Libre del Repartiment” “Dios visitó las suspirantes entrañas de Isabel dice mosén Riber con una maternidad única y tardía. Flor y fruto de los castísimos deseos y maternales añoranzas fue un hermoso hijo, nacido, según una tradición sobrada incierta, a los 25 de enero del año 1233, que entró en la fe y comunión de la Santa Iglesia Romana con el nombre paterno y catalanísimo de Ramón.”

Rubén Darío, el excelso poeta de la raza, desde Mallorca, “la terra dels foners”, envió un romance lleno de sal marina y caliente el sal, a Remy de Gourment, recordándole por Lulio y hablándole del que tuvo don de lenguas y fué combativo y lapidado, y una “epístola” a la señora de Leopoldo Lugones incluida, como el romance, en “El canto errante”, la que hacía, en jocundos pareados alejandrinos, la apología ditirámbica de la “Isla de Oro”.

A los catorce años, el “Conquistador” de la isla tomó al futuro procurador de infieles por paje de su servicio y persona: al lado del “varon de obras”, el “varón de desos”. “Se incubaba la tórtola franciscana, que había de cantar melodiosamente como un ruiseñor de mayo en el soto verde y florido del “Llibre de Amic e Amat”, o en las ramas altas del “Llibre de Contemplació”. Ramón Llull deploró más tarde esta mundanidad, que le permitió escribir ”les maravelles de mon” y “Blanquerna”, ascético personaje luliano, que renunció al papado para hacerse ermitaño y macerar su cuerpo atormentándolo al unísono de los dantescos olivos que siglos después inspirarían a Gustavo Doré y a Rubén en terrenos luminosos de Miramar. Fue el poeta provenzaleco senescal de Jaime II el Rey de la breve dinastía de Mallorca, de grata memoria en el pontificado de Bonifacio VII cantor de una Corte caballeresca medieval, de trovadores que mezclaban sus haza­ñas bélicas con sus lides de amor. Pasó por épicas vicisitudes, después de  haber dejado el mundo y sus bienes por un gran fracaso amoroso, ante una circunstancia decisiva, peregrinando a los santuarios de Roque d’Amadour y de Compostela,per­feccionando sus estudios en la Sorbona y Montpellier. Fue ”Varón de deseos” (1263), incansable peregrino (1263-1272), habitó solitario en el cenobio del monte del “Amado” (1212-1274), “Randa”, sobre la frondosa llanura de Mallorca. A su cum­bre, “Cura”, subió a iluminarse de luz ce­lestial Ramón Llull, componiendo el “Arte Magna.”, a fin de reducir las criaturas todas al Criador. En el “Cronicón ,Mayori­cense” del historiador mallorquín don. Al­varo Campaner, puedeleerse: “Este mis­mo año de 1276 (el de la muerte de don Jaime I, el ‘conquistador’ de Mallorca), a súplicas del venerable siervo de Dios, el Beato Ramón Llull. el señor Rey don Jai­me II de Mallorca fundó el Colegio de Miramar, en el término de Valldemosa, paratrece religiosos franciscanos descal­zos. Fué, dicha fundación confirmada por el Sumo Pontífice Juan XXI, en 16 de septiembre de 1276.” En estos terrenos lu­minosos, en la parte septentrional de la que fue alquería árabe “Haddayari”, el que diera vida al asceta “Blanquerna”, cantando los fervores del amigo al. Ama­do, compartiendo la vida eremítica con la enseñanza de lenguas orientales a los predicadores de los moros, escribió la “Doctrina, del príncipe para el régimen de..su persona, de su palacio- y de su reino”, por encargo del Rey ‘don Jaime II; “La Orden de la Caballería” y el “Librodel Gentil y de los sabios”. Fue 1277- 1284 caballero andante de la Fe, procu­rador, de los infieles fundador de utopia (1284-1286); enfermó gravemente. EnGénova, en 1292; emprendió viaje a Ber­beria para iniciar su apostolado solitario; emprendió nuevos viajes; estuvo preso; sostuvo controversia con cincuenta doctores árabes sobre materias religiosas. Fue apaleado y en bugía murió a manos de la plebe, cumplidos los ochenta años, en 1315.

Ya hace observar Havelock Ellis que no era Ramón Llull un temperamento exclusivamente dotado para la ciencia

ABC.es

GASETA DE LES ARTS

El pintor mallorquí Pere Barceló

El pintor mallorquí Pere Barceló, professor de l´Escola de Belles Arts de Palma de Mallorca, autor d´un retaule de Ramon Llull ara exposat al Museu Pontifici de Roma, i que fou reproduït en aquestes columnes, exposa a les Galeries Layetanes una série molt interessant de paisatges mallorquins, lluminosos i vivids. Barceló ha sabut donar amb el colo les sensacions de la llum cálida de la illa. La seva tela Estiu que adjunt reproduïm, és una sensació justa i bella de la realitat mallorquina, de consecusió dificil. El seu retaule de Sant Francesc curiós dins la seva tendència especial, continua el génere dins el qual Barceló realitza el retaule de Ramon Llull, que era, com en aquella ocasió varem dir una obra molt estimable i meritissima en el seu aspecte.

El pintor mallorquí Pere Barceló que ara ha exposat a les Galeries Layetanes.
Sant Francesc, per Pere Barceló, Galeries Layetanes. (Cl. Serra)
Estiu, per Pere Barceló, Galeries Layetanes. (Cl. Serra)

Director: Joaquim Folch i Torres

PEDRO  J. BARCELO OLIVER

LOCAL  …….  <<BALEARES>>   –   28 Abril 1968   –   Pág. 25

Se le acusa de…

Pedro J. Barceló en una entrevista

El acusado es hoy de excepción. La relativa juventud del Fiscal no le permite como en otros casos, ensañarse en la acusación. D. Pedro Barceló, jovencísimo caballero de ochenta y tres años se mantiene en forma física perfecta. De su forma mental o artística da idea el hecho de que esta acusación ha tenido que retratarse porque el acusado estaba trabajando  en Manacor, en el montaje de una inmensa decoración de la Capilla de la Virgen, de diez metros cuadrados, todo a base de figuras en tamaño natural.

Ha sido el maestro indiscutible de muchas generaciones de pintores y dibujantes mallorquines. En su dilatada vida ha conseguido muchos títulos  como los de Delineante por oposición de Obras Públicas, Delineante-topógrafo  del Ayuntamiento de Madrid, Aparejador, Aparejador del Catastro, Profesor de Dibujo por la Escuela de Bellas Artes de Madrid, Profesor de Dibujo Lineal y Artístico de las Escuelas de Artes y Oficios de Palma de Mallorca. Académico Numerario de la Academia de Bellas artes de Palma, Presidente de la Comisión Provincial de Monumentos y Académico correspondiente del Real de San Fernando de Madrid, de la de Toledo y de San Miriato de Florencia; Encomienda de la Orden de Alfonso X el Sabio y Socio de Honor del Círculo de Bellas Artes, hace unos días.

El Presidente, que se ha quedado anonadado ya en las actuaciones previas ante la perfecta memoria del acusado y su velocidad de reacción  acompañada de una facilidad de palabra tal que ha conseguido no dejar hablar casi al Fiscal, parece decidido a dejar que los dos se las entiendan. Da su venia para que empiece el juicio y ahí va.

– SE LE ACUSA DE HABER SIDO ARTISTA CUANDO SU PADRE ERA PROPIETARIO DE

UN BARCO Y CAPITÁN DEL MISMO.

A mi el mar me marea. Unicamente me gusta para pintarlo desde las rocas. Además se ve que la vocación marinera de la familia se acabó con mi padre ya que mi hermano Ventura, que obtuvo el título de piloto, tuvo que dejarlo por imposición de nuestro padre y entonces hizo oposiciones a Notaría.

–  SE LE ACUSA DE HABERSE IDO A MADRID A HACER OPOSICIONES A PROFESOR DE DIBUJO, HABER SUSPENDIDO Y NO OBSTANTE HABERSE QUEDADO EN MADRID.

Efectivamente. Y no quiera saber la lucha que me supuso el ganarme la vida para continuar mis estudios y seguir habiendo oposiciones.

–  SE LE ACUSA DE HABERSE DEDICADO EN ESTOS LEJANOS AÑOS DE SU JUVENTUD A PROYECTISTA DE MUEBLES

De muebles, de imágenes y hasta de lo más inverosímil. Y con ellome ganaba bien la vida. Me daban catorce pesetas por media jornada y dedicaba las mañanas a trabajar como ayudante de un arquitecto y constructo con un sueldo parecido. Imagine en el año 1914 un hombre joven y soltero… y con más de veinticinco pesetas diarias. Piense que haciendo presupuestos ganaba además 5 pesetas por hora y en el restaurante Besaldui de la Calle Montera comia tres platos, vino y postre por UNA peseta.

–  SE LE ACUSA DE HABER TRABAJADO HASTA COMO DECORADOR DE INTERIORES

Naturalmente, y ¿por qué no? El actual Palacio March de Madrid, que antes fue del Infante Don Carlos de Borbón, tiene muchas de sus piezas interiores proyectadas pro mi. Por cierto en cada chimenea que yo proyectaba, ponía como principal motivo ornamental el escudo del Infante Don Carlos… y me lo tachaban. Yo deduje de aquí que el Infante esperaba que de un día a otro tendría que marcharse.

–  SE LE ACUSA DE HABER VIVIDO DURANTE AÑOS EN MADRID EN UNA “REPUBLICA” Y EN UN AMBIENTE PARECIDO AL DE “LA BOHEME”

Efectivamente. Vivíamos juntos dos pintores y un músico, Uno fue el célebre Maestro Soutullo, tan conocido por sus zarzuelas.

–  SE LE ACUSA DE HABERSE DEDICADO A HACER OPOSICIONES COMO DEPORTE RELATIVAMENTE INOFENSIVO.

Porque actuando quedaba libre de asistir a los otros sitios de los que ya era titular.

–  SE LE ACUSA DE HABER OPOSITADO A UN MONTÓN DE COSAS, ENTRE ELLAS A UNA PLAZA DE PROFESOR DE HISTRIA. DE LA CUAL NO SABÍA NADA.

Es verdad, No estaba preparado para ello. Pero tuve la suerte de que el primer ejercicio fuera sobre Arte Moderno y deje encantado al Tribunal y cuando un Catedrático ajeno al Tribunal me llamó para decirme que la plaza era para mí y que la ver como estaba preparado, tuve que confesarle que no lo estaba en absoluto. Intenté suplir esta falta de erudición con unos ejercicios prácticos y así conseguí dos votos de los tres necesarios. Pero fue muy divertido.

–  SE LE ACUSA DE HABER SIDO UNO DE LOS PRIMERO QUE PRACTICARON CON ÉXITO EL “GUADALAJARISMO” O SEA TENER PLAZA EN GUADALAJARA Y VIVIR EN MADRID.

Levantándome a las cinco de la mañana de dos días de la semana que tenía que dar clase en Guadalajara, cumplía con ella y vivía el resto del tiempo en Madrid y podía hacer mis cosas como pintor o con otras cosas. Llegué incluso a tener unos contratos para hacer chalets.

–  SE LE ACUSA DE HABER SIDO, EN ESTA TORMENTOSA JUVENTUD, UN COLECCIONISTA DE TITULOS.

Cogía los más elementales que estaban a mi alcance y en cuando conseguía otros de más calidad, pedía la excedencia.

–  SE LE ACUSA DE CON PERMISO DE SU SEÑORA ESPOSA, DE HABER SIDO DURANTE ESTA JUVENTUD UN “DON JUAN” DE CUIDADO.

No. No… no…   Era un romántico. Con la pintura y la música tenía suficiente. Siempre temí enamorarme de un amorío transitorio y por eso no lo tuve.

–  SE LE ACUSA DE, PARA SATISFACER SUS AFICIONES MUSICALES, HABER SIDO JEFE DE LA “CLAQUE” DEL “REAL” DURANTE MUCHO TIEMO.

Nunca quise ser de la “claque”. Yo era uno de los que llevábamos el famoso “paraíso” del “Real” con nuestras opiniones, y las empresas nos solian dar pases sin necesidad de serde la “claque”. Lo que sí hice laguna vez o mejor bastantes veces, fue asesorarla jefe auténtico porque éste se despistaba. Además en los estrenos de “Otelo”, cuyo auténtico nombre era Urios, jefe de esa “Claque”, venía para que le orientase o le señalase cuando debía desatar la tempestad de aplausos  calculada.

–  SE LE ACUSA DE HABERSE APROVECHADO DURANTE MUCHO TIEMPO DEL PASE DEL AFINADOR OFICIAL PARA TEATRO REAL PARA PASAR VD.

No comprendo cómo se ha enterado el Fiscal de este detalle que es, por otra parte, absolutamente cierto. Y entraba por la entra de coches, para que los porteros no se dieran cuenta del cambio de persona. Por cierto que al cabo de un cierto tiempo tuve mi propio pase que Lassalle, cuando se hizo cargo de la empresa del Real me quitó y yo ,sabiendo que su essposa, María Kournessoft (Magnifica soprano, y que debutó con la “Manon” de Massenet), en el agudo final de su romanza, su “la natural”, calaba un poco sin hacer alarde ni escándalo, hice sonar mi diapasón con él “la natural” al terminar  está la romanza. Por lo visto sonó un poco más fuerte de lo que yo pensaba y ello organizó el correspondiente escándalo entre bastidores. Al cabo de tres o cuatro días recibí un pase firmado por Lassalle.

–  SE LE ACUSA DE PINTAR, HACER DE ESCULTOR A RATOS PERDIDO Y DE HACER RETABLOS CON LA TECNICA MEDIEVAL.

No. Incluso cuando hice el Ramón Llull que está en el Museo Vaticano, procuré darle un aire medieveal, pero la técnica es incluso impresionista, la misma que empleo en mis cuadros. Sólo que en vez de hacer óleo, empleé la “tempera” que es lo que le da el carácter. En cuanto a lo de escultura no hago, Pintar, si sigo pintando.

–  SE LE ACUSA DE SER UN CRÍTICO MUSICAL DEMASIADO BENEVOLENTE TAMBIÉN.

Mi idea es la misma que anteriormente he dicho. Por ejemplo: se me acusa de que alabo a la Orquestra Sinfónica y no le pego, cuando otros lo hacen. Es debido a que yo sé que no podemos comparar nuestra Orquesta , que es estupenda para sus posibilidades, con otras que tienen, por ejemplo, veinte violines primeros, cuando en la nuestra si llegamos a diez, nos hemos de quedar satisfechos. Nuestros músicos hacen lo que pueden y mucho más de lo que pueden y creo que sería pernicioso hacer resaltar defectos que no les son imputables si no que son debido a las falta de elementos que, por otra parte, no existen. Encuanto a los solistas que vienen a menudo, en general están muy bien preparados. ¿Qué voy a criticar yo entonces?

– SE LE ACUSA DE HABERSE DEDICADO A CANTANTE.

Mi afición fue grande siempre. Pero nunca pensé dedicarme en serio a este arte a causa de una faringitis crónica. El mismo Uetam, el gran Uetam, que se brindó a darme clases porque le gustaba mi manera de cantar, después del primer ejercicio dijo: “No necesitas un maestro, sino un médico porque tu garganta no está bien”. Y el mismo día me llevó  a casa del Dr. Ferrando. A pesar de todo llegué a representar “Faust” en el papel principal y aunque la voz no respondía como yo hubiera querido. Salí airoso de mí cometido.

– SE LE ACUSA DE HABER COBRADO EN BUENOS DOLARES NORTEAMERICANOS UNOS ENCARGOS PARA WACO-TEXAS..

No cobré en dólares. Cobre en pesetas y no muchas, porque estas obras de carácter religioso siempre se ceden por el mínimo. Fueron muchos metros cuadrados.

– SE LE ACUSA DE QUE EN EL RETABLO DE SANTA CRUZ EN LA CAPILLA DEL PERPETUO SOCORRO HABER REPRESENTADO AL EXIMIO MAESTRO THOMAS, LIGERMANETE BIZCO.

Lo dudo. Y no lo recuerdo. En cambio sí recuerdo que en retablo del Santo Cristo del Nogal, en la Iglesia de la Concepción, están representados mi esposa y mis hijos, porque como todo  lo hago del natural utilizo como modelo a todos mis familiares, como hacían todos los pintores de antiguos, desde Ribera, Rubens, El greco, etc..

– SE LE ACUSA DE EN EL HABER COLOCADO HASTA EL ALBACEA TESTAMENTARIO QUE PERMITIO SU REALIZACIÓN.

Sí, Y me coloque a mí mismo y a todos los que han intervenido en él y han hecho posible la realización de esta capilla.

– SE LE ACUSA DE HABER SIDO UN MAGNIFICO PROFESOR YNO SER UN GRAN PINTOR.

Como profesor sé que he sido bueno porque esto depende de la voluntad de cada cual y yo he puesto toda la mía para enseñar. Y en cuanto a pintor dejemos que pase el tiempo: Este juzgará.

(El Presidente)

  • Creo que el acusado tiene razón. El tiempo, y sólo el tiempo puede juzgar a un hombre que a sus ochenta y tres años de vida ha trabajado tanto por el arte en todas sus facetas. Y si es el tiempo quien debe juzgarle   ¿Qué   hacemos  aquí nosotros? Sr Fiscal la acusación debe terminar. Creo que esta vez se ha mostrado Vd. debidamente hablando y correcto Es lo menos que Vd. Podría hacer

(Despedida de la sala)

TOMEU PAYERAS

BALEARES

INFORMACIÓN LOCAL. 31 JULIO 1969 – DIARIO DE MALLORCA – PAG. 8

DON PEDRO J. BARCELO OLIVER

Pedro J. Barceló

Anoche nos sorprendió la triste noticia del fallecimiento, tras brevísima enfermedad, de nuestro entrañable amigo y diligente colaborado artístico don Pedro J. Barceló Oliver.

            La premura de tiempo nos impide tejer una biografía completa del mismo, de su gran actifidad desarrollada en el campo de la pintura paricularmente, en la Escuela de Artes y Oficios de la que fue director, como crítico de arte y musical, actividad que forzoso es afirmar ha dejado un pfroundo surco en nuestra isla y ha tenido eco fuera de ella, aún en el extranjero.

            Porque la producción pictórica de don Pedro J. Barceló llegó a Roma y a Estados Unidos, a ROMA – concretamente al Vaticano – con un precioso einspirado retablo de la vida del Beato Ramón Llull y a Norteamérica, donde decoró con extensos lienzos diversas iglesias

            Su producción para Mallorca luce en casas particulares y también en iglesias con numerosas obras de reconocida inspiración, vivo colorido y meticulosidad acendrada.

            Su nombre ha figurado con honor en numerosas instituciones artísticas y baste por ahora señalar la mallorquina Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Era asimismo presidente de la Comisión Provincial de Monumentos.

            Aparte de las realizaciones pictóricas que llvó a cabo durante su larga vida – 84 años – cabe asimismo señalar que en otras muchas de diversa envergadura, fue buscado y escuchado su consejo y su orientación.

            Larga sería asimismo la lista de exposiciones de todo género que efectuó en Palma y fuera de Palma con singular éxito y alabanzas de la crítica.

            Su afición a la música hizo asimismo en él un valioso crítico, aparte de que poseía vastos conocimientos de los diversos géneros de ella y también participó activamente en audiciones operñisticas, La Asociación de Amigos de la Opera de Mallorca tenía en él un mentor y un impulsor entusiasta.

            La prensa tuvo asimismo en él un colaborardor ferviente que no se perdonaba horas de supererogación para pergeñar críticas de exposiciones de pintura y actos musicales, siempre con verdadero entusiasmo, de las cuales son testigos las columnas de “La Almudaina”, “Correo de Mallorca” y “ DIARIO DE MALLORCA”, y eso sin contar numerosísismos artículos de colaboración.

            Acabamos de estampar la palabra “entusiasmo”, a este propósito cabe recalcar su espíritu juvenil, alegre, que no se regateaba jamás, su simpátia innata, que corrieron parejas con su laboriosidad incansable, hasta los últimos días de su vida.

            Dios haya acogido en su seno a nuestro querido don Pedro J. Barceló y premiado a la vez su profundo espíritu religioso manifestado en buena parte de sus producción caualidades personales como padre de familia como maestro, como hombre, como amigo.

            Al elevar al Señor una oración en sufragio de su alma, expresamos asimimismo nuestra condolencia a su esposa doña Matilde Moner Sintes, hijos, don José arquitecto, doña Juana y doña María, hijos políticos doña Carmen Ascolies don Manuel Moragues y don Matías Carbonero; nietos hermanos políticos, sobrinos y demás familiares.

DIARIO DE MALLORCA

D. PEDRO

BARCELO

MAESTRO

DE

MAESTROS

PINTORES

por José Bauzá y Pizá

El recien fallecido maestro de maestros don Pedro J. Barceló Oliver posó para nuestro fotógrafo “Torrelló” junto a su autoretrato, una vez finalizada la entrevista que mencionamos. (Foto archivo. Marzo 1968).

La noche del pasado martes, nos hallábamos en la redacción cuando llegó la triste noticia del fallecimiento de uno de los más insignes y admirados colaboradores, don Pedro J. Barceló Oliver, persona muy estimada por su valía en cualidades humanas y artísticas. Evidentemente don Pedro J. Barceló ha llenado un capítulo importantísimo en la pintura de Mallorca, Su insobornable seriedad en la consecución de sus fines artísticos, hizo que de muy joven su nombre traspasara ya nuestras fronteras.

Varias de las hornacinas, repartidas por la geografía palmesana y que pacientemente fueron restaurados por don Pedro.

                Recordamos que siendo niños admiramos en el desaparecido salón de San Francisco, las obras que realizó para la iglesia de San Francisco en Waco – Texas   Estados Unidos. Recientemente comentábamos en estas columnas sus grandiosas pinturas murales, que evocan la labor de los maestros italianos del Renacimiento,  con destino a la capilla de la Inmaculada Concepción de la iglesia parroquial de Ntra. Sra. De los Dolores de Manacor. Las tres pinturas murales tienen como finalidad enaltecer a la Virgen María tres de sus principales misterios; la concepción Inmaculada, la Asunción y la Coronación. En su honor se puede afirmar que sus obras más logradas – pintura religiosa y retraso – tuvieron siempre una plenitud y una fuerza temperamental muy definida.

Fragmento del retablo de Ramón Llull. Obra de Pedro J. Bareceló. Detalle de la figura central.
Fragmento del retablo de Ramón Llull. Obra de Pedro J. Bareceló. Detalle de la figura central.

                Hace más de un año, aproximadamente, el público mallorquín, pudo admirar una exposición de su obra selección que daba la medida del robusto temperamento de don Pedro J. Barceló, su intensidad y su dominio en los medios de expresión. Exposición con la cual el artista – pintor y maestro de maestros pintores y críticos, quiso agradecer el homenaje que se le atributaba. Con motivo del mencionado homenaje, tuve que relacionarme con bastante frecuencia con el admirado don Pedro, unas veces en su estudio, hoy ya en silencio y prólogo de una historia y otras en el del escultor Barrado que le realizaba su busto y que más tarde le sería entregado fundido en bronce. Siempre se le encontraba dispuesto a la amena conversación. Coincidimos también como miembros del Jurado  –  el último seguramente en el que participó – “Salón del Maestro” junto con el pintor Bernardo Ribot. El compartir sus decisiones siempre llenas de vivencias, de sentimientos y experiencias del hombre – pintor, mostraban una vez más poseer más indudables condiciones de pintor, conocemos de los recursos del oficio. Sustentado siempre sobre un correcto sentido del dibujo.

                Su larga y fructuosa carrera pictórica nos la contó a propósito del homenaje en una entrevista. Su sorpresa fue grande cuando con nuestros colegas de “Baleares” y “Ultima Hora” le dimos la noticia. En ella nos decía: “Ya estoy cansado de ser viejo. Mañana comenzaré a pintar”. Y cada día sigo pintando. Los años pasaban para don Pedro como una hoja de calendario sin importarle Sus largas y silenciosas horas en el estudio producto de una obra que hoy nos ha legado. Obra de un sabor sazonado de aplomo y dignidad expresiva y junto a las mismas su lecciones de saber dar al Arte lo que es del Arte.

DIARIO DE MALLORCA

Pedro Barceló, o la bonhomía

POR ANTONIO SABATER Y MUT

Singulares, auténticos y positivos merecimientos cabe poner de relieve en esta hora de la definitiva despedida del gran artista de más puro espíritu juvenil que a lo largo de tres cuartos de siglo ha tenido Mallorca: Pedro Barceló.

            Bastaría citar la artística creación que – con ímpetu parigual al de Miguel Angel al esculpir su impresionante Moisés – , hiciera de la gigantesca figura de Ramón Llull, para señalar la auténtica talla que alcanzara en su época de plenitud nuestro Pedro Barceló, único artista mallorquín de todos los tiempos que ganara para sus telas el mereicod premio de que figuraran entre las obras maestras de los más egregios pintores qu amorosamente cobija la pinacoteca vaticana.

            Resultaría tarea imposible intentar enumerar los mejores lienzos logrados por su pincel privilegiado, cuadros que perpetuarán a través de siglos los hechos y los hombres más relevantes en la vida y en la historia de Mallorca de nuestro tiempo.

            No pretendemos en estas rápidas líneas dedicadas al hombre bueno que pudimos tratar amistosamente a través de las aguas no siempre claras y remansadas de la actividad periodística, destacar los grandes méritos artísticos del estimado amigo. Pues si una apasionada vocación, que perduró hasta su gloriosa ancianidad, tuvo Pedro Barceló para la pintura, no menos fuerte vocación demostró para la comprometida tarea periodística de ejercer ilusionadamente, en las páginas de “Correo de Mallorca” y de DIARIO DE MALLORCA, la tarea difícil e ingrata de hacer la crítica de las figuras más sobresalientes del mundo isleño de las bellas artes.

            Pues Pedro Barceló, muy por encima de sus relevantes méritos como pintor, como profesor y crítico, era el hombre bueno, amable comprensivo, inteligente, el cristiano ejemplar cuya envidiable bonhomía, sabía encontrar, y elogiar, el menor atisbo de belleza que hubiera en la obra artística de más pobres merecimientos.

            Si razones de espiritual delicadeza llevaron al maestro consagrado a dejar en otra pluma menos preparada – la mía -, para seguir bajo magistral tutelaje la crítica pictórica, hasta hace poco, en su espíriritual juventud, gozaba en llegar a la redacción tarareando la melodía de la ópera o de la zarzuela de turno para escribir en la altra hora de la madrugada su nota crítica, siempre serena, jamás airada, siempre aleccionadora. Pedro Barceló, para algunos, “no sabía pegar”; pero lo cierto es que Pedro Barceló, que conocía cuan rentable es mostrarse un Catón duro e hiriente, prefería siempre, lo exigía su bonhomía, ser el maestro que prefiere corregir enseñando y alentando, sobre todo a los jóvenes, incluso a los que seguían rutas muy distintas a las suya en el arte de la pintura ode la música. Y en su admirable sinceridad, prefería no comentar modos y modas musicales o pictóricas en las que con toda su bonhomía no había podido encontrar el menor atisbo de belleza.

            No caben en esta rápida y breve nota, de quien pudo conocerle y admirarle de cerca, más palabras, aunque cada una de ellas resutara un elogio. Pero sí queremos señalar que el estimado amigo, que procuraba estar siempre al día de todas las novedades artísticas en su noble inquietud para toda gran aventura humana, no vaciló en fatigarse durante largas horas de la madrugada para sentir el gozo de ver como el primer hombre llegaba a la Luna.

            A manera de estrambote de estas líneas, un ruego al señor Alcalde. Obras surgida del pincel de Pedro Barceló figuran en la galería de Hijos Ilustres de nuestra ciudad. Mientras llegue la hora de que su efigie figure en dicha galería, pedimos humildemente, pero seguros de solicitar lo que es justo, de que el nombre de Pedro J. Barceló Oliver sea dado a una de las nuevas y bellas calles de la ciudad.             Es la mínima atención que cabe tener a quien como artista y como presidente de la Comisíon Provincial de Monumentos tanto y tan positivo ha hecho a favor de la Ciudad.

ANTONIO SABATER Y MUT

EN EL OBITO DE UN ARTISTA

PEDRO J. BARCELO, MAESTRO DE TODA UNA GENERACIÓN

Por Gaspar Sabater

Hablar de Pedro J. Barceló, es hablar de un artista en el más amplio sentido de la palabra. Un artista que vivió por y para el arte en toda su dimensión. Pintor, músico, cantante, hombre de escena, su personalidad se agranda media que transcurre el tiempo. Porque en todos y cada uno de estos menesteres, Pedro J. Barceló, dejó la impronta de su saber hacer y de su saber decir. Pero Pedro J. Barceló fue, por encima de toda otra significación, un pintor que supo dominar las más difíciles y atrevidas técnicas, y plasmar en la tela auténticas muestras de ese dominio singular. Un pintor que no solamente supo pintar sino que, y lo que es más importante, supo enseñar a hacerlo. De ahí que su magisterio haya marcado época en las generaciones de artistas que le han sucedido.

                Pedro J. Barceló, como pintor, se nos presenta como un artista dotado de todos aquellos elementos necesarios para realizar la obra completa desde el punto de vista plástico. La pervivencia académica fruto de su constante magisterio desde la dirección de la Escuela de Artes y Oficios está presente a lo largo de toda su obra. Obra que preenta múltiples facetas a cada cual más interesante  sugestiva. Cabe destacar su obra como muralista en cuadros de composición de gran tamaño – algunos de ellos en el extranjero y que le acreditan de perfecto maestro en este difícil arte. La seguridad del trazo, la belleza del colorido, la ambientación histórica y lieteraria que ha sabido dar a los mismos y la perfecta solución técnica a los complicados problemas que esta clase de obas presenta, le hacen acreedor a los mejores elogiso. Igual podríamos decir de su obra como retratista en la que nos ha dado auténticas obras de arte de una frescura y agilidad extraordinaria son numerosos los retratos debidos a su pincel que hablan de una preocupación retratista fuertemente sentida. Sus paisajes responden a las características de una época y son exponentes de una escuela fuertemente arraigada en nuestra isla, Pedro Barceló es un artista completo que ha abordado todos los temas y todas las facetas en que se nos presenta el arte plástico – composición, retrato, bodegón, paisaje – y ha sabido resolverlos de manera inteligente. Pero es en el retrato y en la composición donde ha alcanzado sus mayores aciertos. Sus retablos dedicados a Ramón Llul y a Junípero Serra existentes en Roma  Waco – Texas (EE.UU.) respectivamente – y algunos de sus retratos, son obras que merecen figurar por derecho propio en las pinacotecas.

                Sin embargo, pecaría de incompleta esta breve síntesis crítica de su obra, si no destacara, cual se merece, su labor pedagógica. Porque Pedro J. Barceló fue, por encima de todo, un auténtico maestro. Un maestro en el más amplio sentido de la palabra. Con razón puede decirse que fue el maestro de toda una generación de artistas que hallaron enél la norma y el ejemplo. Desde su puesto rector de la Escuela de Artes y Oficios, en su propio taller y en el estrado de la prensa – a la que se asomó como crítico musical y como tratadista de temas artísticos hasta los últimos momentos de su existencia – irradió un fuerte magisterio. Sus enseñanzas eran buscadas y sus consejos seguidos por todos aquellos que se acercaban aél en busca de ayuda. El retratista se entregó a los demás, como se entregó a su obra sin reticencias ni abandonos. De ahí que su magisterio haya fructificado por ser hijo, precisamente, de una entrega hecha con fe y con entusiasmo.

                Pedro J. Barceló, ha dejado este mundo. Los que quedamos todavía, seguiremos deleitándonos con su obra, siempre fresca, siempre atractiva, y veremos en él, al maestro querido y estimado, al hombre bueno y cordial, al artista que supo hacer de s paso por la vida un culto a la belleza. A esa belleza que llevó siempre metida en lo más hondo de su corazón y a la que dedicó un culto devoto y apasionado a lo largo de su longeva y fructífera existencia.

DIARIO DE MALLORCA

CINCUENTA AÑOS DE PLUMA BONDADOSA PARA LA BUENA MUSICA

Por Luis Aguiló de Cáceres

Ayer, el aire de la noche me condujo, casisin saberlo, como quien suplica y empuja al unísono, a la redacción de mi querido periódico de la mañana. No tardó en saltar el motivo de tanta testarudez alada e implacable. La sorpresa, de rondón, se me caló en el alma y en mis huesos: Pedro Barceló, tu compañero en las tareas musicales del diario, Pedro Barceló, el bueno Pedro Barceló, el cantor por lo bajo, y el crítico por las cimas de la bondad, de famosas arias de operas, ha muerto. –  ¡No es posible  – Si, lo es, aunque, al parecer, lo hizo a la manera de esos “pianísimos” que apenas en vida pudo escuchar, y que, a modo de compensación Dios le ha concedido a la hora de la muerte.

                Sin ruido, pues, como preparándose su alma a oir el concierto de la eternidad, se nos ha muerto Pedro Barceló, el crítico, sin despedirnos  siquiera, ni avisarnos, por tanto, de sus vacaciones forzosas al mundo puro del sonido, con su acostumbrada advertencia:

Luis, no te olvides de ir a ese, y al otro concierto, pues me obligan los médicos celestes que tome unas vacaciones muy largas, tan largas como la misma eternidad. Entonces yo, le habiera contestado: Pedro, desde allí, tampoco te olvides tu de mandarnos tus impresiones sobre los coros  angélicos, con sus cuerdas de serafines, arcángeles, querubines, tronos, etc, etc, que, según dicen, interpretan a Bach y a Beetohoven de maravilla.

¡ Casi nada Ser nuestro enviado especial de música en el cielo.

                Pero no. Pedro Barceló, como sus pisadas últimamente silenciosas sobre el asfalto, apoyado en un bastón, con la mente, entre la realidad de una nueva empresa de construcción y el sueño de la próxima pintura que debía pronto realizar, haciendo un hueco por el que se deslizxaba el “calderón” de un celebre tenor, o la anécdota, entre bastidores, de alguna escena operística.

                Pedro Barceló, el crítico con un Don por delante, pero que él mismo tantísimas veces me censuró, debido a su “juventud” envidiable, hace medio año, a raíz de mi entrada en el períodico, no pudo contener u alegría, por el hecho de poder compartir juntos la labor crítica, y nivelar recuerdo sus palabras su… “bondad”, (me apresuré a traducir su pensamiento) con mi… “dureza” – No, noes esa la palabra, corrigió con su caractéristica amabilidad el crítico bueno. Además – añadió – yo por las noches ya no salgo. Total – resumió – que nos entendemos muy bien, ya lo verás.

                ¡Cómo si ya lo he visto! Lástima que fuera por tan poco tiempo, sin embargo. Precisamente a los cincuenta años y un pico corto de meses, me decía Don Pedro Barceló: “Me siento cansado. Sabes… hace medio siglo” – Por Dios, don Pedro! Si está más joven que nunca”. – En efecto en efecto, no puedo quejarme… – comentaba – ; mientras se dirigía la mano hacia su oído, con objeto de atender lo mejor posible la orquesta, cuando comentaba en alta algún asaje de concierto, nadie se atreve a amonestarle airadamente su actitud. Si, don Pedro era toda una institución. Y los músicos querían y respetaban mucho a su gran corazón lleno de benevolencia y cordialidad.

                Con esa misma benevolencia y cordialidad, de seguro, que el cielo la ha recibido entre aplausos y romanzas de ángeles con su libro de oro bajo el brazo, escrito por cincuenta años de pluma bondadosa para la buena música. Así, sea.

LUIS AGUILO DE CACERES

P. B.

Estas dos iniciales, al pie de muy atinados comentarios de las más diversas actividades musicales, han venido suscribiendo, durante más de cincuenta años, los trabajos de un colaborador de “Correo de Mallorca” y DIARIO DE M A L LO R C A  que desaparece, Pedro Barceló ha muerto. Un valor ciudadano, un artista, un hombre bueno, un excelente amigo, desaparece con él. Todo esto, y más, ha sido para cuantos le conocimos y le tratamos.

            Porque, paradójicamente, este hombre apacible, tranquilo, de trato cómodo, en cuya vida nunca se registró ninguna estridencia, en quien jamás se produjo la actuación deslumbrante o de tipo que podríamos llamar meteórica, deja una profundísima huella, un recuerdo perdurable. Y esa aparente paradoja tiene una explicación muy simple: fue un hombre de auténtica valía.

            Una laboriosa juventud dio paso a una madurez fecunda. Y, ésta, a una vejez en la que la decadencia física no fue aparejada a un ocaso mental. Pedro Barceló fue útil a si mismo y a sus semejantes hasta el último momento de su vida.

            Su esquela mortuoria esa amarga sorpresa que una mañana los periódicos llevaron al conocimiento de tantos amigos suyos aparecía adornada (valga la expresión) con títulos y distinciones; enumeración que reflejaba muy pálidamente las innumerables actividades, la incansable laboriosidad, la incontenible inquietud del buen amigo que nos deja. Un simple ejemplo justificará mis palabras: ¿Cuántos sabían, de entre los lectores, que Pedro Barceló era Aparejador?. Y es que su juventud (ya lo hemos dicho) fue laboriosa, con un insaciable afán de saber, que le llevó a adquirir los más insospechados conocimientos.

            Su gran afición, aparte de la pintura en la que tan notable profesional  -y profesor- fue toda toda su vida, era la música, de la que tenía profundos conocimientos. Esta circunstancia, unida a su innato buen gusto, a su fino criterio, hizo de él un excelente crítico musical. Ya  se dijo antes: más de cincuenta años de comentarista en las columnas de “Correo de Mallorca y DIARIO DE MALLORCA, dan fe de su eficacia en este sector. Sus excelentes maneras le permitieron decir lo que pensaba, expresar su opinión, sin herir, sin molestar al artista comentado.

            Le cupo la satisfacción al que suscribe estas líneas  -con el seudónimo que tales menesteres usó –de actuar como sustituto suyo. Cuando por dificultades  derivadas de su edad, por desarrollarse los acontecimientos musicales a horas poco convenientes para él, el abajo firmado era invitado por el buen amigo Pedro para reemplazarle. Esta coincidencia en un mismo asunto, no fue –jamás- motivo de otra cosa que estrechar, más aún, una vieja amistad ya muy cordial, que fue afirmándose de un modo continuado.

            Descanse en paz el buen amigo Pedro, el hombre que tuvo la fortuna de ser querido por cuantos le conocieron. No, no fue habilidad: Pedro Barceló, en sus contactos sociales, jamás obró por cálculo. Era, además de todo lo dicho, noble y sincero. Que Dios le premie cuanto de bueno ha hecho en su larga vida, en esa vida fecunda, ejemplar, digna, que ahora, para dolor de todos, se extingue. Tratemos de seguir su ejemplo. No es faci.

Es Patro Gamba.

DIARIO DE MALLORCA

5 CTS. EL AVANCE 2 EDICIÓN

AÑO 17.- NUMERO 169                                               LA HABANA, MARTES, 17 DE JULIO DE 1951

Elogia el Papa Pío XII el “Retablo del Beato Ramón Llull” de Barceló y dispone que sea exhibido en el Museo de S. Juan de Letrán

(Por OCTAVIO DE LA SUAREE)

Su Santidad el Papa Pio XII acaba de rendir un extraordinario testimonio de aprecio al gran pintor mallorquín D. Pedro J. Barceló al disponer de una de sus más famosas creaciones, el Retablo del Beato Ramón Llull, -de carácter medioeval- que le fuera obsequiado por el pueblo de Mallorca, sea conservado y exhibido en el Museo de San Juan de Letrán, en Roma, donde sólo se admiten obras maestras.

Retablo Ramón Llull

No hace mucho, en efecto, en compañía de un grupo de PP. Franciscanos, el maestro Barceló concurrió al Vaticano para hacer entrega de su pintura, siendo recibido en audiencia especial por el papa, que quedó maravillado con dicho Retablo, haciendo grandes elogios de su fina composición y acabado detalle y disponiendo, en resumen, su remesa, con el fin indicado, a aquel Museo, que es uno de los más celebres de Europa.

ELOGIA …

… Su Santidad con el Pintor Barceló.

Para los que han seguido atentamente la evolución y tendencia de la obra del excelente pintor español, este nuevo homenaje de que se le hace objeto por la más excelsa figura de la Iglesia no constituiría sorpresa, pues desde hace años la de don Pedro J. Barceló es firma muy cotizada e el mercado europeo de las artes plásticas. No en vano, en efecto, cuando todos los críticos conceptúan que Goya es incomparable, surgió el valioso artista mallorquín desarrollando una técnica de composición que es, ni más ni menos, la de Goya. Pero los ha hecho sin subalternidad, sin sometimiento, sino muy a su manera peculiar, por lo cual está reputado de ser, entre las notabilidades que deben su personalidad artística a la Academia de Pintura de Barcelona –que yo frecuenté tanto, por cierto, durante mi estancia en aquella maravillosa ciudad;- uno de los más originales y personales. Debe recordarse, asimismo, que Barceló no es solamente el pintor de asuntos religiosos que ha inmortalizado en nuestra América la Iglesia de Waco, Tejas, U.S.A. y que ha merecido la reciente consagración de Su Santidad, sino asimismo un paisajista y un retratista verdaderamente excepcional.

                Con él la pintura española contemporánea afirma su presencia en primera línea. La actitud de Jefe de la Iglesia lo ratifica ahora.

EL AVANCE cuba

mallorca y

Sus gentes

PEDRO J. BARCELO


(1884 – 1969)

PEDRO J. BARCELO Y OLIVER, pintor mallorquín, nació en nuestra ciudad en 1884 y en ella murió en 1969.

                Nuestro biografiado comenzó a pintar movido de una voluntad irrefrenable. Fue su profesor, Ricardo Anckermann, que gozaba con – – Ribas y Terrassa – – de una madura plenitud.

                Necesitaba BARCELO alguien que recogiera directrices nuevas. Y ese momento en que irrumpe en el campo de los pinceles, había de ser crucial para nuestra pintura.

                Vendría luego su viaje a Madrid, que efectuó en 1904. Allí luchó denodadamente, porque los más admirable de nuestro pintor era la tenacidad.

                La “gran artesanía del arte” – – como escribiera Luis Ripoll – – estaba en la mano de PEDRO J. BARCELO. Le preocupaban los estudios teóricos y su predilecciñon se inclinaba hacia los problemas técnicos. Se hizo así un gran “oficio”, conociendo bien las técnicas, los procedimientos, los secretos de los talleres.

                Diez años de intenso trabajo en Madrid con lápices y pinceles. Diez años de valioso aprendizaje, que le permitieron regresar a la isla con aquella sólida formación que le otorgana las lecciones de Carlos Haes.

                Luego le llega la hora de su consolidación como pintor de “composición”. Su retrato del Beato Ramón Llull sacado a concurso por la Comisión de Beatificación, para llevarlo a Roma, le valió la felicitación de Pontífice Pio XII y se establecieron acaloradas disputas en torno a su políptico ya al que también presentó don Fausto Morell.

                Esta obra sería el inicio de una larga serie de cuadros de asunto religioso  – – algunos de gran tamaño y otros retablos – –  la mán sentida, acaso de sus facetas.

                PEDRO J. BARCELO lo mismo pintaba uno que otro encargo. Lo mismo se enfrentaba con el motivo IMPUESTO que ante el paisaje escogido libremente. Era un acaparador de ASUNTOS como lo era de TITULOS y DISTINCIONES.

                Profesor de Dibujo de las Escuelas Normales y de la Escuela de Artes y Oficios desde 1918, llegó hasta la dirección de este último centro. Y a ser correspondiente de la Academia que conoció en Madrid los primeros hechos de su vocación: La de San Fernando.

                BARCELO  no pudo sustraerse nunca a las exigencias de sus clientes, que eran numerosos. Quizás por ello, lógicamente, se resintiera una parte de su labor.

                La pervivencia académica está presente a lo largo de toda su obra. Cabe destacar su obra como muralista con obras que le acreditan de perfecto maestro. La seguridad del trazo, la belleza del coloridi, la ambientación histórica y literaria que supo dar a los mismos y la perfecta solución técnica que supo dar a su obra-, le hicieron acreedor a los mejores elogios.

                Sus retablos dedicados a Ramón Llull y a Junípero Serra – -existentes en Roma y Waco, Texas (EE.UU.) respectivamente- – y algunos de sus retratos son obras que merecen figurar, por derecho propio, en las más exigentes pinacotecas.

                Gran aficionado al “bel canto” se asomó, como tenor al gran ventanal de la ópera. PEDRO J.BARCELO murió en nuestra ciudad en 1969, figurando el que suscribe, entre sus numerosos alumnos del Magisterio.

DOMENECH