Pedro J. Barceló pintó el altar de la parroquia de Sant Joan.
Las pinturas se hicieron en dos tramos, la parte de arriba donde está la bóveda. Esta parte ha generado polémica ya que sale Franco, un falangista y un requeté.
Según fuentes orales del rector, el objetivo de el pintor era enseñar que a pesar de lo que se ha hecho en la vida, con buenos actos todos pueden llegar al cielo.